En la actualidad, cuando se pierden piezas dentales es posible reemplazarlas de manera sencilla a través de implantes. Cada vez es más habitual someterse a este tipo de tratamientos, pero existen ciertos casos en los que no es posible realizarlos. Esta es la situación en la que se encuentran los pacientes que han sufrido un desgaste óseo del maxilar superior y el hueso alveolar.
Para dar solución a este tipo de problema se han desarrollado los implantes zigomáticos, en los que fuimos pioneros en Asturias cuando hace 12 años comenzamos a colocarlos y en los que nuestra clínica es hoy experta con más de 200 pacientes sometidos con éxito a este tratamiento.
¿En qué se diferencian los implantes convencionales y los implantes zigomáticos?
Cuando se pierden piezas dentales, los pacientes pueden recibir tratamientos de implantología para recuperar la funcionalidad y estética de su dentadura. Tras años de avances en este campo, las dentaduras o “puentes” que se colocaban en la boca han dado paso a la sustitución de los dientes o muelas por piezas fijas, que se anclan al hueso de la mandíbula a través de tornillo que hace las veces de raíz artificial. Sobre este, se coloca una corona de aspecto natural que simula a la perfección el aspecto natural de la pieza perdida.
Sin embargo, en algunos casos es imposible realizar este tratamiento debido a que el paciente ha sufrido pérdida ósea en el hueso alveolar de la mandíbula o el maxilar superior. Esto puede deberse a varios motivos:
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- Falta de reemplazo de piezas dentales perdidas.
- Periodontitis o piorrea.
- Traumatismos en la zona.
- Otras enfermedades, como osteoporosis.
Ante estas situaciones no es posible colocar un implante convencional. El paciente puede someterse a un injerto de hueso, procedimiento quirúrgico que se prolonga durante al menos 6 meses, y tras el que hay que realizar el implante en sí mismo, o puede realizarse un implante zigomático que le permite salir de la clínica con las nuevas piezas dentales colocadas, recuperando por completo su calidad de vida.
Estos implantes se realizan, mediante el trabajo experto de un equipo especializado como el de nuestra clínica, sujetando la prótesis al hueso zigomático, situado en el pómulo. De esta manera, se logra un anclaje firme y seguro que no podría realizarse en el maxilar superior.
Ventajas de los implantes zigomáticos
Los implantes zigomáticos son un éxito en pacientes con el tipo de problemática que hemos mencionado, ya que ofrecen a los pacientes multitud de ventajas:
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- Es un tratamiento seguro, que permite recuperar la funcionalidad de la dentadura.
- Los pacientes salen de la clínica con todos los dientes fijos en un solo día, con una sola cirugía.
- El aspecto natural de estos implantes devuelve a los pacientes una sonrisa completa y estética.
En Clínica Miguel González somos pioneros y expertos desde hace más de 12 años en la colocación de implantes zigomáticos en Asturias. Queremos ayudarte a recuperar tu sonrisa poniendo a tu alcance las técnicas y procedimientos más avanzados del mercado, ¿hablamos?